Características de la
muestra
La muestra 5 de esta segunda
entrega es el fragmento de uno de los apartados del informe de
prácticas realizado para la asignatura de Prácticas
docentes de la
profesora Candelaria Salvatierra Ruiz.
En esta asignatura se pedía la
realización de unas prácticas en un centro acordado en el que se
observara la impartición de unas clases dadas por el tutor asignado,
un análisis del contexto, características y necesidades del grupo,
la metodología del centro, la planificación de dos secuencias
didácticas, la implementación de los planes de clase y la grabación
completa de una de las sesiones. Toda esta información queda
recogida en el informe que se presenta en un máximo de quince días
después de las realización de las prácticas.
El fragmento escogido pertenece
al punto 1.5 “Rol del alumno y del profesor”del informe. Tiene
una extensión inferior a una página (el informe completo consta de
38 páginas) y está incluido dentro del bloque 1 que contiene los
siguientes apartados:
-
Contexto, grupo y materiales de trabajo
-
Descripción del grupo meta
-
Marco institucional
-
Lugar físico y distribución de los espacios
-
Recursos
-
Rol del alumno y del profesor
-
Materiales de trabajo
-
Mis
prácticas han tenido una estructura diferente a la expuesta
anteriormente, puesto que ya me encontraba trabajando en un centro
como profesora de español y la asignatura ofrecía la posibilidad de
convalidar las 20 horas de prácticas obligatorias por el trabajo
ejercido en dicho centro. Aun convalidando las horas de clase, todo
lo relacionado con la impartición de las secuencias didácticas, la
grabación de una de ellas, el análisis y reflexión de estas junto
con la entrega de los diarios de clase y la secuenciación didáctica
ha sido un trabajo que sí que he tenido que hacer. El apartado de
observación de clase del tutor sería uno de los puntos imposibles
de llevar a cabo cuando ya el discente, como yo en este caso, se
encuentra trabajando en un centro.
El informe que incluye este
fragmento de muestra se entregó después de la realización de la
grabación. No obstante, la nota final del trabajo realizado queda
pendiente, puesto que la asignatura consta de dos partes: una sería
las prácticas docentes y otra unos talleres de prácticas que
tendrán lugar el próximo diciembre en formato presencial o en
línea. Entendemos que la nota final de la asignatura es la suma de
las dos notas obtenidas de estos dos trabajos realizados para la
asignatura.
El período ofrecido por la
asignatura para realizar las prácticas consiste en ocho meses, de
abril a noviembre. Desde septiembre de 2016 hasta el 31 de agosto de
2019 he trabajado como profesora de español dentro de la sección de
español del Departamento de Lenguas Modernas de la Universidad de
Ghana dentro del programa de Lectorados de la AECID. En mi caso,
realicé las prácticas en junio, antes de terminar mi contrato en el
centro. El análisis de las prácticas lo he aplicado al curso
completo con el grupo meta, ya que he realizado con ellos más de 20
horas en total.
Justificación de la
muestra
En
primer lugar cabe indicar que una de las muestras para esta entrega
debía ser seleccionada de la asignatura de Prácticas
docentes.
Al haber realizado hasta la fecha solo la primera parte de la
asignatura, he debido ceñirme al material y al informe trabajado en
esta primera parte. Entre todo el material disponible para escoger,
he elegido el fragmento relacionado con el rol del profesor y el
alumno, porque considero que es uno de los factores más importantes
que hay que tener en cuenta para que la clase funcione y el nivel de
motivación por parte del alumno se mantenga elevado.
Asimismo, el tener la prueba de
la grabación de la clase hace que el rol que adapto en mis clases y
que intento que adopte el alumno cobre especial relevancia al poder
tener una prueba física que puedo observar y analizar tantas veces
como precise para ver las limitaciones y las mejoras en mi práctica
desde mis inicios como docente hasta la fecha.
Al no poder analizar todos los
aspectos tratados durante las prácticas, he visto mi decisión
reducida a uno de los aspectos que más me interesan en cuanto a la
gestión del aula, pero habría sido también interesante tratar
aspectos como mi discurso o mi sistema de evaluación, el cual
considero que no siempre aplico correctamente.
Finalmente me decidí por el rol
del profesor y del alumno, porque al estar trabajando como profesora
de español en un centro en un contexto cultural tan diferente al mío
como puede ser un país como Ghana, considero muy importante la
relación que se establece entre los diferentes roles en el aula para
crear un ambiente adecuado para el aprendizaje y la interacción
intercultural y personal.
Tenía especial interés en
realizar un análisis crítico de mi actuación en el aula en
relación a la relación que establezco con los alumnos y poder
establecer unas pautas para mejorar mi actuación docente y añadir
esta muestra en el portafolio así me lo ha permitido.
Efectos en mi formación:
Conceptos, puntos de vista, valores y habilidades asimilados
Tras
el análisis exhaustivo del fragmento escogido, he podido tener una
visión más clara de lo que entiendo como docente y discente y de lo
que supone aplicar un rol u otro en el aula, ya sea el rol del
profesor, como el rol del alumno, porque si bien en un principio
puede parecer que solo nos interese el rol del profesor, vemos que el
rol de alumno está influido directamente por el rol que nosotros
como docentes ejercemos en el aula sobre ellos y el resto de factores
y circunstancias. Estos dos elementos, además de su relevancia en
la gestión del aula determina, entre otros factores, la interacción
que se da en el aula (Novillo,
2018, p.3), lo que lo que me interesa especialmente, porque de la
relación existente entre los participantes del aprendizaje dependerá
el tipo de aprendizaje y resultados que se obtengan.
Según
el modelo de competencias clave del profesorado de lenguas segundas y
extranjeras del Instituto Cervantes, gestionar el aula es una de las
competencias específicas dentro de la competencia clave de organizar
situaciones de aprendizaje. (Novillo, 2018, p.3). Tomar conciencia de
este concepto ha
sido muy importante en mi formación, porque confirma la
responsabilidad que tiene el profesor ante la gestión del aula para
determinar qué dinámicas se van a realizar en clase. De ahí que la
importancia del rol que adopte será clave para poder gestionar el
aula de una forma u otra.
Desde
que empecé a trabajar como profesora, y concretamente como profesora
de español, siempre he pensado que no hay día más importante que
el primer día. Es ese día cuando se forja la relación que va a
haber durante todo el curso entre el profesor y el alumno. Se marcará
la postura del profesor ante las normas del aula, las
responsabilidades del alumno y las condiciones que van a delimitar el
contrato que firmarán los dos participantes principales de este
nuevo camino de aprendizaje.
En
mi primer día de clase siempre he tenido unos objetivos muy marcados
que he intentado cumplir y que de no hacerlo en el primer encuentro
con los alumnos, difícilmente puedo conseguir incluso una semana
después: ofrecer una relación de cercanía con el alumno para que
no me vean ejercer un rol de autoridad o jerarquía y hacer que se
vayan a casa con la sensación de que han leído, escrito y hablado
en español aun sin haber estado en contacto con la lengua antes de
esa clase.
Para
el primer objetivo, que es el que nos compete en relación con el rol
del profesor y el rol del alumno, hay diferentes estrategias
metodológicas que se pueden aplicar, como bien vimos a lo largo de
las asignaturas de Metododología
y
Lengua
española en contexto.
La
disposición del mobiliario del aula, la ubicación en el aula que
adoptemos según la dinámica que estemos practicando, el tipo de
corrección que hagamos, la lengua que usemos en el aula según el
objetivo que queramos perseguir, entre otras cosas, van a hacer que
el rol del profesor y del alumno sean de una forma u otra y que se
cree una relación determinada.
Si
nos centramos en el aula y lo que influye en el rol del profesor y
del alumnos, como bien he comentado en la muestra, y esto es algo que
aprendimos en la asignatura de Metodología,
normalmente, y si el espacio físico me lo permite, dispongo las
mesas en parejas o en grupos para poder realizar dinámicas grupales
y puestas en común tanto de las opiniones como de las correcciones.
Esto
me permite trabajar con ellos e interaccionar de una forma más
natural que cuando el mobiliario está dispuesto en fila o en mesas
individuales separadas entre sí. De esta manera se crea una relación
de cercanía y me siento parte del grupo a un mismo nivel.
Las
correcciones que realizo durante la clase, marcadas también por la
cantidad de alumnos y el tipo de dinámica que estoy haciendo,
intento que siempre que se pueda sean una puesta común en clase
abierta para no hacer que los alumnos traten sus resultados de forma
individual. Muchas correcciones también las realizan entre ellos y
de esa manera asumen su responsabilidad en su proceso de aprendizaje
y asumen el rol de profesor con sus propios trabajos y los de sus
compañeros, dándole así la validez e importancia que merece.
Según
Galindo, la lengua que se use en el aula (L1 o L2) puede determinar
el ambiente, la relación entre el profesor y alumno y el nivel de
motivación del alumno. En la mayoría de los casos, siempre he
intentado usar la L2 en todo momento, también porque tratándose
normalmente en contextos de no inmersión, siempre he considerado muy
importante dar al alumno el máximo input
en L2 posible. Sin embargo, después de trabajar la asignatura de
Lengua
española en contexto,
he confirmado que la razón por la que hay casos en los que uso la L1
en el aula la mayoría de las veces es para crear un ambiente
distendido (mediante una anécdota, broma o chiste) o conectar más
con el alumno a nivel personal e íntimo. En estos casos creo que el
uso de la L1 permite acercarme al rol que quiero ejercer de profesor.
Como bien menciono en la muestra,
los alumnos que forman el grupo meta son alumnos con los que ya he
trabajado en cursos anteriores, por lo que el rol que adopto es muy
diferente al rol que ha podido adoptar un discente que no ha visto a
sus alumnos antes del período de prácticas.
Sin embargo, el hecho de
analizarlo, me ha hecho recapitular y aprender de las decisiones que
he tomado y de la actuación que he tenido en un primer contacto con
ellos para tener una relación de cercanía como la que he conseguido
y que ha permitido que mi rol en el aula sea un rol de guía en el
aprendizaje y no de instructor o transmisor de conocimiento.
Lo más importante que he podido
aprender de esta muestra es tomar consciencia de la importancia que
tiene en el aula el tipo de rol que el docente adquiere y el rol que
permite tener al alumno, puesto que esta decisión afecta a la
dinámica del aula.
Siguiendo
la línea de mi reflexión de la actividad, me gustaría resaltar la
importancia de la nueva posición del profesor que sigue un enfoque
comunicativo, incuestionable en la actual aula de ELE. Tomo
conciencia e intento enseñar en mi clase que es el alumno el eje en
el proceso de aprendizaje y que todo mi trabajo en el aula
(metodología, estrategias) estará enfocado a que él adquiera la
autonomía y responsabilidad suficiente como para sentirse autor de
su aprendizaje. Para ello, es necesario saber cómo gestionar mis
movimientos en el aula, cómo dirigirme a los alumnos y cómo
permitirles que interaccionen para que las dinámicas programadas
cumplan con el objetivo comunicativo planeado.
Limitaciones en mi
formación
Aplicar este rol como docente en
el aula no es siempre fácil y se ve condicionado por factores como:
tipo de alumnado, tipo de asignatura, nivel de español y motivación
de los alumnos.
En
no pocas ocasiones me he visto obligada
a
ejercer un rol más autoritario y jerárquico. Si no por todo el
tiempo que dura una clase, sí en algunos momentos puntuales que no
me han permitido, o no he sabido cómo, actuar como un guía que
acompaña al alumno en su aprendizaje sin tener que adoctrinar o
imponer mi punto de vista.
Aun sintiendo que muchas veces
hago lo correcto, me gustaría recibir más formación sobre cómo
poder ejercer mejor un rol de acompañante y guía en el proceso de
aprendizaje del alumno, en el que sea él el que descubra la
información y se responsabilice de su ritmo y nivel de aprendizaje.
Tras
haber analizado diferentes estrategias para aplicar un rol positivo,
puedo afirmar que mi actuación en el aula la mayoría de las veces
proporciona situaciones de aprendizaje cómodas y de igual a igual,
pero muchas otras me encuentro limitada en cuanto a tiempo, por
ejemplo, y mi actitud repercute en el ambiente y actitud del alumno
frente a la clase o la dinámica que estén realizando.
Evaluación
de la muestra
La
reflexión crítica de esta muestra me ha permitido observar mi rol
como docente en el aula a la hora de relacionarme con el alumno y con
los diferentes elementos que influyen en el aula, pero también mi
papel como formando en mi proceso de aprendizaje, porque he visto qué
puntos de mi aprendizaje necesito mejorar para poder estar a la
altura del trabajo y nivel de conocimiento requeridos.
Mi
rol en el aula desde esta actividad ha mejorado. Es una lástima que
en estos momentos no me encuentre trabajando, porque me gustaría
poner en práctica todo lo adquirido en ella. Espero poder completar
mi formación sobre este tema una vez finalice la segunda parte de la
asignatura. No obstante, estuve trabajando unos meses después de
las prácticas y durante ese tiempo he intentado tener en cuenta los
dos roles principales en el aula para favorecer la situación de
aprendizaje. Mi posición en el aula está estrechamente relacionada
con mi rol y siempre que puedo, intento no olvidarme de las primeras
filas cuando me voy al final del aula a explicar o a expresar
cercanía; estoy casi todo el tiempo cerca de ellos para que puedan
preguntar cualquier duda y yo pueda comprobar su progresión en el
aula.
En
trabajos posteriores he intentado poner más hincapié en el esfuerzo
de poner en relación la teoría con la práctica y no centrarme
únicamente en mi experiencia profesional o creencias educativas que
todo profesor trae consigo. Este tipo de trabajos favorece la
reflexión crítica y nos sitúa en ambos lados al mismo tiempo, el
del formador y el del formando, algo indispensable para poder avanzar
en nuestro proceso de aprendizaje.
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