¿Cómo he avanzado en mi
proceso formativo?
Desde la primera entrega de una
evaluación sobre mi proceso formativo hasta la fecha presente de
entrega de la segunda he notado un gran cambio en cuanto al avance de
mi proceso formativo.
El primer trimestre del máster
fue muy intenso hasta que pude coger el ritmo de trabajo y conciliar
bien el trabajo, vida familiar y estudios, además de que me
encontraba en esos momentos en el extranjero y normalmente siempre
hay factores externos relacionados con la experiencia de estar fuera
que influyen y afectan a la gestión del tiempo y carga de trabajo.
Considero
que he adquirido muchas herramientas y recursos que han mejorado mi
actuación como docente. Me gustaría destacar las habilidades
relacionadas con la investigación en la asignatura de Investigación
que me servirá para mi futuro trabajo de fin de máster (a partir de
ahora TFM) y la toma de consciencia de la importancia de estar
actualizada en cuanto al uso de herramientas tecnológicas para la
formación y actuación como docente.
Ha habido épocas más difíciles
que otras por estar haciendo varias cosas a la vez: gestionar el fin
de curso del centro (exámenes, reuniones, evaluaciones, cierre de
curso), organización de conferencias o actividades paralelas al
curso, organización de las prácticas docentes y entrega de tareas
de una asignatura de máster además de las del portafolio, por
ejemplo.
¿Qué aprendizaje puedo
señalar como los más significativos?
Me
han resultado extremadamente interesantes las actividades realizadas
durante las videoconferencias de la asignatura de
Las TIC en la didáctica de ELE,
puesto que por primera vez desde que empezó el máster, la profesora
planteaba una serie de actividades y nos distribuía en grupos en los
que debíamos interactuar de forma oral para realizarlas. Me gustaría
aprender a usar alguna aplicación similar a la plataforma del máster
para las videoconferencias y poder realizar este tipo de ejercicios
en el aula en un futuro, si los recursos de los centros así lo
permiten.
La
asignatura de Investigación
fue muy intensa y con un tipo de material más elevado en cuanto al
nivel de conocimiento requerido, pero fue muy interesante empezar a
tener una idea de lo que queremos trabajar en el TFM. La última
actividad, especialmente, en la que debíamos esbozar el primer
borrador de nuestro TFM fue muy relevante, porque vislumbré un
posible tema de investigación que ha resultado ser interesante para
mi tutor y ha despertado mi interés por saber qué se ha hecho hasta
ahora desde la comunidad académica y qué puedo aportar yo a ese
campo de investigación.
Los
vídeos de Antonio Orta sobre la pronunciación supusieron un
material relevante para mí en la primera etapa del máster, período
cuando lo descubrí pero que no elegí para trabajarlo como muestra.
Es ahora en esta segunda entrega que he escogido a uno de estos como
muestra.
Durante
esta segunda etapa he tenido la oportunidad de asistir como oyente al
30º. Congreso de ASELE en Oporto y como bien explico en la reflexión
de una de las muestras, esta experiencia ha sido muy enriquecedora.
Por una parte, tuve la oportunidad de conocer a varios profesores del
máster e interactuar con ellos a lo largo del Congreso. Fue muy
gratificante ver sus ponencias sobre sus más recientes
investigaciones. Por otro lado, esta experiencia me dio la
oportunidad de conocer diferentes perspectivas, trabajos e
investigaciones realizados sobre temas que para mí eran muy
interesantes, sobre todo para mi formación como docente (TIC en el
aula, tratamiento de la competencia intercultural en el aula) y para
mi futuro trabajo de investigación (estructura de una ponencia,
esquema de un trabajo de investigación, organización y estructura
de una ponencia), así como ponencias que trataron visiones
relacionadas con mi tema de investigación.
La
muestra mantenida de la primera entrega me ha acompañado durante
esta segunda etapa porque he realizado mi período de prácticas y
gracias al trabajo de introspección realizado he podido ser más
consciente de mi posición en el aula y de mi responsabilidad a la
hora de gestionar el espacio. Durante las prácticas intenté
organizar mejor la pizarra, situarme en puntos de la clase donde
todos los alumnos me pudieran ver, no centrarme en solo una sección
del alumnado e intentar que las metodologías y dinámicas estén
adaptadas a las circunstancias físicas del aula. Debo indicar que
esto es algo que he intentado hacer no solo durante el período de
prácticas, ya que durante todo el máster he estado trabajando como
profesora de español y he podido aplicar todo lo adquirido de forma
muy positiva.
Además,
también he visto la gran utilidad que tiene ver la grabación de mi
clase para la asignatura de Prácticas
docentes,
porque normalmente cuando enseñamos no somos conscientes de muchas
cosas (gestos, tono, tiempo de habla, ubicación en el espacio o el
tiempo dedicado al silencio como herramienta de creación de input
que
pude analizar en una de las muestras de la primera entrega.
En dicha grabación he confirmado que he sabido poner en práctica
muchos de los conocimientos adquiridos durante la primera parte del
máster, pero también he podido observar mis limitaciones y falta de
formación en algunos aspectos.
El
exhaustivo análisis de las diferentes muestras aportadas en esta
nueva entrega reflejan mi habilidad adquirida en esta segunda etapa
de mi formación para analizar, sintetizar y reflexionar de forma
crítica sobre aquellos aspectos que me han parecido más
interesantes para mi proceso de aprendizaje.
¿Cómo concibo en estos
momentos la enseñanza y el aprendizaje de ELE?
Si
bien en una primera fase de mi formación añadí a mis creencias
conocimientos relacionados con la lingüística textual, la gramática
pedagógica o procesos de adquisición de segundas lenguas, además
de darle una importancia exclusiva al contexto y circunstancias
personales y sociales del alumno, en esta segunda etapa he tomado
conciencia de la relevancia del papel del docente como investigador y
guía en el proceso de aprendizaje del alumno.
Antes
de realizar la asignatura de Investigación
consideraba
este campo aislado de la enseñanza en el campo
de batalla
pero he comprendido que ambos terrenos pueden darse la mano y
aprovechar lo que cada uno puede ofrecer al otro para obtener cambios
y datos relevantes que mejoren la metodología en la enseñanza de
ELE y aumentar el conocimiento académico.
Destaco el aprendizaje adquirido
sobre el uso de la L1 y L2 en el aula, las diferentes herramientas
para trabajar la prosodia en el aula conjuntamente con la gramática
y otros aspectos de la lengua. En estos momentos me encuentro
realizando la asignatura de las TIC en la didáctica de ELE y
considero que este va a ser uno de mis retos personales y
profesionales que sin duda cambiará mi forma de pensar y actuar como
docente y discente.
¿En qué medida se ha
transformado mi visión de la enseñanza y mi práctica educativa?
Desde que empecé el máster mi
visión sobre la enseñanza y aprendizaje de ELE ha experimentado
varios cambios. Por supuesto, cuando empecé esta formación ya era
consciente de la importancia del uso de metodologías de enfoque
comunicativo, el rol del profesor como guía y no como instructor, la
atención a la diversidad en el aula y la autonomía del alumno.
Ahora bien, una cosa es saber la
teoría y otra ponerla en práctica. El hecho de estudiar y trabajar
al mismo tiempo me ha ayudado mucho a poder poner en práctica los
conocimientos adquiridos e incluso a poner en cuestión algunas cosas
que podrían funcionar en un determinado contexto pero no en el que
yo me encontraba; analizar por qué y cómo se podría solucionar el
problema ha sido también muy enriquecedor y parte fundamental del
cambio en mi visión sobre mi práctica educativa.
Las prácticas han sido
esenciales para poder tener una visión más concreta de mi actuación
en el aula, porque aunque estuviera trabajando como profesora de
español desde años atrás, no había realizado un análisis crítico
y reflexivo sobre mi metodología, gestión del aula o rol como
profesor, entre muchas otras cosas.
Como he mencionado anteriormente,
gracias a las actividades de investigación, he añadido a mi perfil
profesional la posibilidad de completarlo con elementos de
investigación que permitan unir estos dos campos que hasta ahora
pensaba que no podían ir de la mano.
El conocimiento recibido sobre
las herramientas tecnológicas para mi formación y para el aula ha
sido un punto de inflexión en mi visión sobre la enseñanza y
práctica educativa, porque hasta ahora el uso de herramientas
digitales en el aula estaba limitado en mis actuaciones por sentir
que para enseñar una lengua no era necesario estar en constante
contacto con la tecnología. Quizá mis creencias venían infundadas
por mis experiencias profesionales anteriores en contextos educativos
sin recursos suficientes o por la aún existente concepción de que
para aprender una lengua no es necesario estar en contacto de forma
virtual con las personas o la información sino con la persona que
vamos a tener enfrente a la hora de comunicarnos. Es cierto que en
este mundo tan cambiante a nivel tecnológico, no todas las
comunicaciones son físicas, pero sigo considerando que no por ello
hemos de centrarnos en enseñar el lenguaje digital y olvidarnos de
elementos tan importantes como los patrones culturales, los gestos
con más información que una palabra o todos los colores y
tonalidades que adquieren las palabras.
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